jueves, 1 de marzo de 2007

La Capacidad de Asombro



Una pequeña historia - dentro de un banco nada menos, y lo señalo porque no es precisamente el lugar ideal para ver situaciones que inspiran - me hizo pensar en la capacidad de asombro. Todos hemos escuchado que no hay que perderla.

En el banco, un señor de unos treintaylargos años entró con su hijo de 8. Tenía unos sobres que depositar y se acercó a una máquina donde las transacciones son automatizadas (cosa que supongo será cada vez mas habitual en un futuro próximo). El hombre le pidió a su hijo que introdujera un sobre en la máquina mientras él operaba los comandos desde arriba. El niño vio como la máquina "tomó" su sobre y se le iluminó la cara. Tenía la sonrisa más grande que la cara cuando se fue de la mano de su papá.

Es precioso recordar que cosas muy sencillas nos despertaban la capacidad de asombro. No tengo duda que si bien uno debe dejar la ingenuidad atrás como adulto en cuanto ya nada logra sorprendernos nos volvemos cínicos. O sea negativos y desesperanzados.

Christie

1 comentario:

grupo conciencia dijo...

Queridas Christie y Agatha
A veces, como dijo el poeta Luis Cardoza , “Me siento como un niño que tiene muchos años”.
Y son los momentos más lindos que recuerdo.
Qué paradoja ésta, que en el paso del niño al hombre, al ser racional, se nos duerma una parte por el camino : La Inocencia.
A dónde se nos va?
la espontaneidad que tratamos de recuperar ya avanzada la vida ¿ Es la misma cosa?
Chi lo sa?
Mis cariños
José Ramón