Ciencia y conciencia

Hemos llegado hasta aquí, con toda nuestra ciencia y tecnología, sin poder cerrar la profunda brecha de comprensión que existe entre la MATERIA y la CONCIENCIA.
La ciencia continúa en su empeño de probar que nuestra conciencia emerge como una especie de epifenómeno desde la complejidad de todas nuestras interneuronas...Una especie de “secreción” del cerebro...Algo así como el sudor en una glándula sudorípara.
Ninguno de estos experimentos, sin embargo, explica acabadamente el fenómeno de la conciencia ni sus propiedades, las cuales no obedecen a las leyes de la materia y violan tranquilamente la leyes básicas de la física, la química y la biología.
En realidad , en la historia de la ciencia, se asume una categoría “a priori”, como una especie de acto de fe, la idea de la primacía de la materia en el Kosmos...Lo cual , evidentemente, circunscribe el terreno de investigación al de una única parcela . Esta parcela está, eso sí, exhaustivamente iluminada, por una historia de avances y descubrimientos científicos para nada desdeñables, durante los últimos siglos.
Con lo cual, la actitud investigativa de la ciencia, respecto a este tema, se asemeja mucho a un famoso cuento sufí,que les paso a relatar (extraído de El Juego Cósmico, de Stanislav Grof)

” En una noche oscura, un hombre gatea a la luz de un farol. Otro lo ve y le pregunta:
_ Estás buscando algo?
El hombre dice que está buscando una llave que ha perdido y el otro se ofrece a ayudarlo. Después de un rato de vano esfuerzo, el recién llegado pide aclaraciones:
_ No veo nada.! Dónde la perdiste?
El hombre señala con el dedo un lugar fuera del círculo iluminado por el farol y dice:
_ Allá
_ Por qué estás , entonces, buscando aquí y no allí?
_ Porque aquí hay luz y puedo ver. Allí no tendría ninguna posibilidad!”
...Saquemos nuestra propias conclusiones...

Agatha