lunes, 28 de mayo de 2007

sombra que te dicen sombra...


Nadie sabe bien por qué la elección, el tema que dominó las dos últimas reuniones de nuestro grupo de “wilberianos” ( ver algunas de esas reuniones en http://www.ibaires.com.ar/ibaires_eventos.htm) , fue el de La Sombra, entendida sobre todo en su sentido junguiano. Es decir, nos referíamos a esa instancia psicológica negada por nuestro yo conocido, ésa que mantenemos aislada en el inconsciente porque no nos gusta, y allí, de tanto encierro, termina formando algo así como una “personalidad disidente”.

Nos dio como para un buen debate y después , a lo largo de los días, quedaron como goteando ideas y percepciones nuevas, con una especie de efecto retroactivo, como un boomerang que volviera una y otra vez hacia el punto de partida.

Me gusta pensar que es porque nuestras viejas sombras individuales, las de cada uno, recibieron una luz tangencial al enfocarnos sobre el tema. y se nos volvieron más cercanas, más amigables y menos densas.

¿Somos nosotros los que poseemos una sombra? ¿Es la sombra quien nos posee a veces a nosotros???? Jung decía,usando esa misma pregunta como si fuera una adivinanza: “ “Cómo puedes encontrar a un león cuando te ha devorado?”

¿Existe la sombra colectiva? Esta pregunta nos dividió en dos bandos: Quienes aceptabamos una especie de “mente colectiva”, con su correspondiente sombra, y quienes no veían en ella más que la suma de las respuestas individuales de cada sombra personal, manifestándose en un contexto dado...

Sombra colectiva va y sombra personal viene, lo cierto es que vimos que en cualquier sociedad, (y la nuestra no se queda atrás) el proceso de creación de enemigos parece tener una función muy importante: Atribuimos a aquéllos todos esos rasgos que nos resultan totalmente intolerables en nosotros mismos. Y en nombre de causas que se suponen justas, la sombra de toda una nación se proyecta sobre esta especie de chivo expiatorio de nuestros aspectos más terribles y escondidos, o sea, de nuestras propias culpas. Para tener en cuenta en estos tiempos, más que nunca...

La sombra siempre tiene algo para decirnos... y contemplarla sin miedo es lo que justamente evita que se apropie de nosotros. Ken Wilber lo analiza de esta manera (1) :

“ Ahora bien, utilizar los opuestos, ser conscientes y finalmente re-apropiarnos de ellos no significa necesariamente actuar según sus dictados. Casi todo el mundo teme enfrentarse a sus opuestos por miedo a que le dominen y, sin embargo, lo que ocurre es exactamente lo contrario. :Sólo cuando la sombra permanece inconsciente terminamos sometidos a sus dictados aunque éstos vayan en contra de nuestra voluntad”.

Y tengamos todos entonces un sombreado pero colorido día, mis amigos! .......


Agatha

(1) Encuentro con la sombra. Ed Kairos. Cap 41